1. Permanece activo mentalmente

Al igual que la actividad física ayuda a mantener tu cuerpo en forma, las actividades que estimulan la mente ayudan a mantener el cerebro en forma, — y pueden mantener la pérdida de memoria a raya. Haz las palabras cruzadas. Toma rutas alternativas al conducir. Aprende a tocar un instrumento musical. Participa como voluntario en la escuela local o en una organización de la comunidad.

2. Haz actividades sociales con regularidad

La interacción social ayuda a prevenir la depresión y el estrés, dos de las circunstancias que pueden contribuir a la pérdida de memoria. Busca oportunidades para estar con tus seres queridos, amigos y otras personas — especialmente si vives solo.

3. Organízate

Es más probable que olvides cosas si tu casa está desordenada y tienes notas desperdigadas. Anota las tareas, las citas y otros acontecimientos en una libreta especial, en un calendario o en una agenda electrónica. Puedes repetir cada entrada que anotes en voz alta para ayudarte a afianzarla en tu memoria. Mantén actualizadas las listas de quehaceres y marca aquellos que ya completaste. Destina un lugar concreto para la cartera, las llaves y otras cosas imprescindibles.

Limita las distracciones y no intentes hacer demasiadas cosas a la vez. Si te centras en la información que estás intentando recordar, será más probable que la recuerdes luego. También puede ayudar conectar lo que estás intentado recordar con una canción u otro concepto familiar.

4. Duerme bien

El sueño tiene un papel importante en ayudarte a consolidar los recuerdos, para que puedas pensar en ellos más adelante. Haz que sea una prioridad el dormir bien. La mayoría de los adultos necesitan entre siete y ocho horas de sueño al día.

5. Come una dieta saludable

Una dieta saludable puede ser tan buena para tu cerebro como para tu corazón. Come frutas, verduras y cereales integrales. Escoge fuentes de proteína bajas en grasa, como el pescado, la carne magra y las aves sin piel. Lo que bebes también cuenta. No beber suficiente agua o beber demasiado alcohol puede llevar a la confusión y la pérdida de memoria.

6. Incluye actividad física en tu rutina

La actividad física aumenta la presión sanguínea en todo el cuerpo, incluyendo el cerebro. Esto puede ayudar a mantener una memoria cuidada.

El Departamento de Salud y de Servicios Sociales de Estados Unidos recomienda que la mayoría de adultos practiquen 150 minutos semanales de actividad aeróbica moderada (una caminata a paso ligero) o 75 minutos semanales de actividad aeróbica enérgica (trotar), preferiblemente esparcidos a lo largo de la semana. Si no tienes tiempo de hacer una rutina completa, divídela en sesiones de 10 minutos a lo largo del día.